Monday, September 04, 2006

victoria de velez sobre quilmes


Lean estas noticias, son emotivas:


DEL DIARIO OLÉ:
La corrida de arco a arco, acaso tan interminable como emotiva, estaba impregnada de sentimientos. Vaya a saber uno qué cosas se le cruzaron por la cabeza a ambos cuando, pique efusivo del delantero mediante, simplificaron en un abrazo impostergable todo lo que llevaban adentro, escupiendo el fuego del pasado para nunca más volver a vivir aquello que los hizo sufrir... Pero el amor es así: se ama, se odia (un poquito) y se vuelve a amar. Está signado por vaivenes constantes. El amor de hermanos (no son dos gotas de agua, pero qué va) se sufre pero se disfruta en cuestión de segundos, en las buenas y en las malas. Siempre. En raras ocasiones se llega a comprender, porque poco contiene de lógica. El amor entre ellos (considerados amigos desde la primera vez que cruzaron palabra), Gastón Sessa y Lucas Castromán, de carácter y sangre similares, no se desvaneció.
No. Sí gambeteó, días atrás, con disociarse drásticamente, de un saque, dejando en segundo plano aquellas vivencias que tanto potenciaron esta unión: vacaciones conjuntas, navidades compartidas y riquísimas horas de charla en la pieza de la concentración, transformando una amistad incondicionalmente perdurable en un formal compañerismo. Todo por una expulsión, el miércoles ante Lanús, del punta (25 años), que potenció la locura del mayor, el Gato (33), al punto de que, entre varios (Gayoso y Bustamante, por ejemplo), tuvieran que frenarlo para que el drama en el vestuario, no se transforme en un ring de boxeo. Allí, la relación atravesó su etapa más crítica (probablemente la última). Pero un face to face post partido sumado a la aclaración del delantero del por qué vio la roja funcionaron como sólidos argumentos para derribar esa pared (todavía blanda) que se había creado entre ambos. Los dos volvían a ser lo que fueron... "Ya quedó todo claro. Es más: Lucas me aseguró que, si la mete contra Quilmes, va a venir a abrazarme para dedicármelo. Espero que cumpla, porque si no lo voy a a ir a buscar en serio", era la chicana del arquero antes del encuentro de anoche. Y su otra mitad cumplió con creces: antes de que Mauro Zárate lo dejara solo frente al arco para mojar, Castromán ya dibujaba en su memoria lo que le había prometido a su amigo. Podía darse el lujo de pensarlo porque la definición era sencilla. Pensó, la metió y cumplió.
El amor es así.



Es verdad, de a ratos, dan ganas de regalarle una número cinco nueva, virgen, lustradita, pintarle con tinta indeleble su nombre, y mandarlo a gambetear matas de pasto, solito. Pero a qué DT en su sano juicio no le gustaría tenerlo en su plantel, qué futbolero rechazaría observarlo en su TV, a un golpe de zapping. Mauro Zárate había marcado el único grito de Vélez en el Apertura, el de la victoria ante Argentinos. Y el menor de la familia también fue el artífice del triunfo de ayer, con dos conquistas para el top ten de la fecha y una asistencia a puro pícaro. Niño, jamás dejes de joder con la pelota...Con un dibujo apto para maquillar la ausencia de Bustos (Pellerano al medio y Moreno y Fabianesi ayudando como doble cinco; Ocampo a la derecha), los de Liniers bancaron el plan hasta que dio sus frutos. Presión un par de pasos más allá de la mitad de cancha y fast food para los ligeritos en ofensiva. Sí, Quilmes ayudó a que tuviera éxito. Luna se autoexcluyó cua
ndo los músculos apenas si entraban en calor y la intención de un tránsito decentemente fluido de la pelota fue precaria, dio la impresión de que exigía distintos intérpretes. Apenas la voluntad de Chatruc, la prolijidad de Romagnoli, entraban en sintonía con la idea. Sólo hizo falta que Castromán asustara a Moreyra para que, manso, se dejara comer y Mauro lo asistiera para el desenlace de la novelita semanal.Con Ocampo complicando a Di Alessio con su posición, abanicando, y la figura desequilibrando aún sin repartir, una para mí, la otra para mí, era evidente que la resistencia cervecera anticipaba el final. Un encuentro entre los petardos y chau. Por más que Mario Gómez arriesgara con Ibáñez y tres a la cola, y buscara hilvanar un equipo express de una madeja de 20 refuerzos arribados ayer nomás, Quilmes sólo pudo atinar a pasear su vergüenza y esperar por la piedad de un rival que, a su suerte, se la prodigó. Sólo Mauro, en este caso, felizmente glotón, se tentó y colgó de un ángulo otra perla. Si mueve él, Vélez se mueve...

DE TYC SPORTS
Realmente se le hizo fácil a Vélez sumar tres puntos frente a Quilmes, que volvió a evidenciar graves inconvenientes defensivos y no tuvo peso adelante para inquietar a una defensa bien parada. El conjunto de Liniers fue contundente, lo definió en la primera parte y reguló en la segunda mitad. Fue 3-0, con dos tantos de Zárate y uno de Castromán. A los problemas del local para manejar el balón se sumó la expulsión de Carlos Luna a los 15 minutos, por un codazo a Mariano Uglessich. A partir de ese momento, todo fue del equipo conducido por Miguel Angel Russo, que se cansó de ganarle las espaldas a los mediocampistas cerveceros y herir por el sector derecho. Ocampo y Zárate se hicieron un verdadero festín con Bordón, Moreyra y Crosa. A los 24 llegó el primero del Fortín, tras un error fatal: Cardozo le tiró un compromiso a Moreyra y este la perdió ante la presión de Zárate, quien sin perder un segundo habilitó a Castromán para que empuje al gol. Vélez pasaba rápido la mitad del campo y la tiraba larga para que sus delanteros encaren a la última línea local. A los 31, Ocampo quedó de frente al arco y avisó con un remate que pasó cerca. Y un minuto más tarde, el misionero recibió recostado por derecha y se la cedió a Zárate, que enganchó para el medió y la clavó de zurda junto al segundo palo. El Cervecero nunca pudo conectarse en ofensiva. Cardozo, Romagnoli y Chatruc no aportaron absolutamente nada de tres cuartos hacia adelante y Juan Fernández di Alesio no pesó. Pablo Giménez intentó armar juego tirándose unos metros atrás, pero no encontró un socio y perdió cada vez que encaró. La vista bajó el ritmo en el complemento y Quilmes, con más amor propio que fútbol, se adelantó y tuvo un par de oportunidades para llegar al descuento.
El ingreso del escurridizo Ibañez le dio frescura al ataque del local, que careció de precisión para definir ante Sessa y terminó con una goleada en contra. La primera del conjunto cervecero en el partido llegó a los 24: Ibañez encaró por el medio y se la entregó a Jiménez, que perdió en el mano a mano ante el arquero del Fortín. Y cinco más tarde, el tucumano recibió sólo dentro del rectángulo mayor y definió muy mal frente al Gato, que sólo puso las manos y la sacó al córner. Pero las esperanzas del local se derrumbaron a los 31, ya que Zárate se hizo cargo de un tiro libre en la medialuna y la colgó del ángulo derecho de Derlis Gómez. Quilmes bajó los brazos y Vélez se dedicó a tenerla en su campo.

FORMACIONES Y CAMBIOS:

QUILMES: Derlis Gómez; Pablo Ricchetti (PT 36m Gustavo Ibañez), Fernando Crosa, Julio Moreyra, Alfredo González Bordón; Horacio Cardozo (ST 10m Alvaro Pereyra), Martín Romagnoli (ST 39m Carlos Barrionuevo), Juan Fernández di Alesio, José Manuel Chatruc; Pablo Giménez y Carlos Luna.

DT: Mario Gómez.

VELEZ: Gastón Sessa; Mariano Uglessich, Maximiliano Pellegrino, Hernán Pellerano, Ariel Broggi; Iván Moreno y Fabianesi (ST 39m Pablo Batalla), Fabián Cubero, Emiliano Papa (ST 15m Damián Escudero); Darío Ocampo (ST 23m Sebastián Ereros); Lucas Castromán y Mauro Zárate.

DT: Miguel Angel Russo.




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